sábado, 24 de noviembre de 2012

Presentación

      Nuestra sociedad ha llegado a un punto crítico en el que la delincuencia se ha convertido en parte de nuestro día a día. En la actualidad se reconoce la trascendencia de la delincuencia como un problema social que afecta todos los países, tipos de sociedades y clases sociales, esto ha llevado al Estado a buscar una definición precisa sobre la delincuencia. En nuestro país se define la delincuencia como “El conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden público”.

      En las personas hay dos aspectos de gran influencia que pueden llevarlos a convertirse en delincuentes, éstos son la conducta y la violencia de la persona, así como el ambiente en que se desenvuelve. Además, en la conducta y la violencia hay diversos factores que los determinan, éstos pueden ser factores internos, externos y psicológicos.

      La delincuencia, siendo un problema tan grave, ha llevado a que se divida en categorías o tipos, entre los cuales se menciona la delincuencia organizada, la delincuencia común y la delincuencia juvenil. En nuestro país la máxima manifestación de delincuencia la generan los grupos denominados “maras” o “pandillas”, los cuales realizan actos delictivos que van desde el crimen organizado hasta el crimen común, logrando de esta forma el apoderamiento de las diferentes áreas del país, cabe mencionar que estos grupos tienen sus propios rituales y una cultura definida, en la que se establecen leyes y deberes e incluso un orden jerárquico, que les proporciona medios para alcanzar un crecimiento sustancial.

      Debido a este crecimiento se ha generado una delincuencia que crea una esfera de miedo, en la cual las personas exigen al Estado el derecho a la seguridad, que éste debe garantizar; sin embargo, y ante la ineficiencia de los organismos encargados en velar por la seguridad de las personas, han perdido la credibilidad en ellos y se han conformado con vivir en estas condiciones precarias que prohíben