Presentación
Nuestra sociedad ha llegado a un punto crítico en el que la
delincuencia se ha convertido en parte de nuestro día a día. En la
actualidad se reconoce la trascendencia de la delincuencia como un
problema social que afecta todos los países, tipos de sociedades y
clases sociales, esto ha llevado al Estado a buscar una definición
precisa sobre la delincuencia. En nuestro país se define la delincuencia
como “El conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas
contra el orden público”.
En las personas hay dos aspectos de gran influencia que pueden
llevarlos a convertirse en delincuentes, éstos son la conducta y la
violencia de la persona, así como el ambiente en que se desenvuelve.
Además, en la conducta y la violencia hay diversos factores que los
determinan, éstos pueden ser factores internos, externos y psicológicos.
La delincuencia, siendo un problema tan grave, ha llevado a que
se divida en categorías o tipos, entre los cuales se menciona la
delincuencia organizada, la delincuencia común y la delincuencia
juvenil. En nuestro país la máxima manifestación de delincuencia la
generan los grupos denominados “maras” o “pandillas”, los cuales
realizan actos delictivos que van desde el crimen organizado hasta el
crimen común, logrando de esta forma el apoderamiento de las diferentes
áreas del país, cabe mencionar que estos grupos tienen sus propios
rituales y una cultura definida, en la que se establecen leyes y deberes
e incluso un orden jerárquico, que les proporciona medios para alcanzar
un crecimiento sustancial.
Debido a este crecimiento se ha generado una delincuencia que
crea una esfera de miedo, en la cual las personas exigen al Estado el
derecho a la seguridad, que éste debe garantizar; sin embargo, y ante la
ineficiencia de los organismos encargados en velar por la seguridad de
las personas, han perdido la credibilidad en ellos y se han conformado
con vivir en estas condiciones precarias que prohíben